Método Design Thinking para emprendedores

Método Design Thinking para emprendedores

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Muchos emprendedores exclaman “¡No soy para nada creativo!” o “¡No se me ocurren buenas ideas!” ¿Te identificas?

Bien, hoy te hablaré del método que acabará con las excusas y que te llevará a generar soluciones innovadoras y sobre todo útiles para tus clientes. Se trata de Design Thinking, en español, se traduce de forma literal como “pensamiento de diseño”, o mejor “la forma en la que piensan los diseñadores”.


En esta metodología, el usuario siempre está en el centro, y la investigación y creatividad son claves en su desarrollo.


Las Raíces del Design Thinking

El término Design Thinking se escuchó por primera vez en el año 1969,  por el Economista Herbert A. Simon, quien habló de la creación rápida de prototipos y pruebas a través de la observación, conceptos que forman el núcleo de muchos procesos de diseño y emprendedores en este momento. Esto también forma una de las principales fases del proceso típico de Design Thinking como veremos más abajo.

Sin embargo, no fue sino hasta el año 2008, cuando Tim Brown, escribió un artículo en el cual desarrolló la metodología iniciada por Herbert Simons.


El pensamiento de diseño es un enfoque de la innovación centrado en el ser humano que se basa en el conjunto de herramientas del diseñador para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología y los requisitos para el éxito empresarial.

Tim Brown – Presidente Ejecutivo De IDEO


La metodología consta de cinco etapas, dentro de las cuales el usuario es la principal herramienta como tal para poder entender el desarrollo que se está haciendo. Implementar Design Thinking ayuda a potenciar el pensamiento creativo de los emprendedores para conseguir soluciones innovadoras basadas en las necesidades reales de las personas.

¿Cómo funcionan las 5 etapas?

Todo el proceso de Design Thinking se desarrolla con el uso de un gran contenido visual y plástico para poner a trabajar tanto la mente creativa como la analítica de los emprendedores. A lo largo del proceso se afina ese contenido hasta desembocar en la solución que cumpla con los objetivos.


  • 1- La generación de empatía. Se centra en entender los problemas, necesidades y deseos de los usuarios. No importa si estás desarrollando un plan de negocios, la reorganización de un departamento o un nuevo producto, siempre conllevará la interacción con las personas, ya sea hablando con ellos, mediante test o entrevistas cualitativas, observándolos o conociendo su entorno, para recolectar mucha información y descubrir cuáles son los problemas a solucionar en el usuario.

  • 2- Fase de Definición: En esta etapa debes tomar toda la información de la fase de empatía y convertirla en insights o revelaciones. Estos se identifican buscando los patrones de respuestas, comportamientos u objeciones comunes en los usuarios con las que podrás extraer conclusiones. Convierte las revelaciones en preguntas que empiecen con: “¿Cómo
    podríamos…?


  • 3- Fase de ideación: Llegó la hora de generar múltiples potenciales soluciones con una técnica conocida como Lluvia de Ideas o “Brainstorming”. Para ello debes salir de la caja cuadrada llena de juicios y no quedarte con la primera idea que se te ocurra. En esta fase, debes pensar que las cosas pueden ser diferentes a lo que las personas están acostumbradas y tú puedes ser la primera persona en hacerlo. No hay malas ideas, todas son una potencial solución. Puedes escribirlas o dibujarlas.

  • 4- Fase de Prototipado: Aquí las ideas toman forma y se ponen de manifiesto elementos que se deben mejorar o refinar antes de llegar al resultado final. Consiste en hacer una mínima versión de tu producto en el menor tiempo y consumiendo la menor cantidad de recursos posibles, de modo que puedan ser vistas y testeadas.

  • 5- Fase de Testeo o Evaluación: Es momento de que los usuarios potenciales interactúen con tu prototipo. Déjalos vivir la experiencia y luego mantén una escucha activa para recibir feedback. Esta fase es crucial ya que ayuda a identificar fallos o resolver posibles carencias. Durante esta fase la idea evoluciona hasta convertirse en la solución que estabas buscando.

Como ves, el Design Thinking defiende que toda idea debe ser validada antes de asumirse como correcta. Las fases no son lineales ya que puedes volver atrás cuantas veces sean necesarias. Todo ello bajo una atmósfera en la que se promueve lo lúdico para dar rienda suelta al potencial.

Buenas prácticas de Design Thinking

Para que el ambiente de trabajo mediante el uso de esta metodología sea propicio debes tomar en cuenta algunos elementos y herramientas. Por ejemplo:

→Los materiales: Se necesitan rotuladores, hojas de papel, notas adhesivas, lápices de colores, pegamento etc. para promover la comunicación visual.


Según un estudio de la Universidad de Princeton y la Universidad de California, las personas que escriben a mano tienen, en general, mayor productividad de quienes toman nota usando un ordenador. Los que apuntan a mano aprenden mejor, retienen la información durante más tiempo y captan más fácilmente nuevas ideas.


→El equipo: En el Design Thinking es fundamental trabajar en equipo. Cuanto más diverso sea, mejor. Así se podrán sumar puntos de vista, conocimientos y experiencia.

El espacio: Durante el proceso se necesitará un espacio de trabajo, lo suficientemente amplio, cómodo y luminoso como para trabajar en torno a una mesa, con paredes libres donde pegar la información que se vaya generando.

→La actitud: Esta debe ser empática tanto hacia las personas como ante las circunstancias, curiosa y atenta a los detalles. Ser positivos y no cargar con prejuicios. Más bien, ver los errores como oportunidades.

Cómo ves, el Design Thinking permite a los emprendedores, encontrar soluciones que aporten valor a sus usuarios de forma rápida y barata. Además es una metodología comprobada y utilizada con éxito por empresas como Amazon, IBM, Nike, Google. Airbnb, Ikea, Apple etc. Por lo que ya no tienes excusas para decir que no sabes como generar ideas creativas e innovadoras.

Comienza a aplicar Design Thinking en tus proyectos personales hasta dominarlo y llevarlo a tu empresa.

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Y no te pierdas el próximo contenido.

¡Hasta la próxima!

 

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