
25 May Ser o no ser responsive, esa es la cuestión
Hasta hace unos años, que un sitio web fuera responsive era todo un lujo; hasta hace unos pocos menos años, era algo que había que empezar a tener muy en cuenta; y ahora mismo, es algo más que necesario si queremos tener presencia dentro de la red.
¿Por qué? Por una parte, porque Google ya anunció hace un año que las páginas web que no estuvieran adaptadas a los diferentes dispositivos iban a perder posicionamiento respecto a las que lo estuvieran (puedes comprobar fácilmente si tu web es responsive con la herramienta de Google “Guía para móviles”). Pero Google no es el único que está detrás de todo esto, nosotros, los usuarios ya no perdonamos que una web no sea responsive. Es algo que ya tenemos demasiado interiorizado y nos parece que debe ser así.
El móvil ha pasado a ser un elemento imprescindible en nuestra vida. Si salimos a la calle sin él, nos empezamos a poner nerviosos primero y luego (si no nos hemos dado la vuelta y hemos vuelto a casa a por él) no vemos el momento de llegar a casa a mirar si tenemos alguna notificación desde la última vez que lo miramos.
Pero todo esto se extrapola a cualquier ámbito de nuestro día a día. Nos hemos acostumbrado a acudir directamente al buscador de Internet cuando tenemos una duda; tiramos de él para sacarnos una foto; ojeamos el periódico desde el móvil; contrastamos información; y como no, compramos cada vez más productos desde aquí. Según un estudio realizado por Criteo, en España el 32% de las compras se finalizan desde un dispositivo móvil.
¿Y qué pasa con todos estos datos? Pueden parecer detalles, pero lo cierto es que la forma en la que los usuarios utilizan los dispositivos determina el consumo de los productos.
- Antes, cuando queríamos desconectar solo teníamos una pantalla, la de la televisión. Ahora, en cambio, cuando estamos viendo la tele siempre usamos el móvil a la vez, e incluso interactuamos con algún programa de la televisión desde él.
- Cada vez son menos las personas que miran el ordenador cuando tienen tiempo libre. Por eso, tenemos que lanzar nuestros mensajes como empresa a los dispositivos móviles y tener en cuenta las franjas horarias en las que nuestro público está disfrutando de su tiempo libre. Cuando nos encontramos relajados siempre estamos más predispuestos a recibir información.
- Tendemos a utilizar móviles con pantalla cada vez más grande (para desgracia de las Tablets). Hace unos años, cuanto más pequeño fuera el móvil mejor, ahora esto es justo al revés. Está comprobado que quienes tienen una pantalla más grande de móvil consumen más que los que no la tienen.
- Del diseño responsive hemos pasado a las Apps móviles. Si nos dan a elegir entre buscar el sitio web de una empresa o marca, o bajarnos la aplicación en nuestro propio móvil, seguro que la mayoría de nosotros elegimos descargarnos la app (si la vamos a utilizar habitualmente). Sí, nos va a ocupar espacio, pero si disponemos de él, va a ser más cómodo realizar nuestras operaciones desde la app que desde la página web.
- El móvil nos permite interactuar con las marcas. Si estas disponen de servicio de chat, o de servicio de WhatsApp o SMS, los usuarios lo van a valorar. Lo que demandan es velocidad y que las empresas les den soluciones rápidas, por lo que este dispositivo es un gran aliado para las compañías (si se utiliza adecuadamente) a la hora de fidelizar a sus clientes. Las opciones que ofrece el móvil son siempre menos intrusivas que un email o una llamada.
Cómo habéis visto, por ahora todos los caminos nos llevan a la misma conclusión: si nuestra web no es responsive es como si no tuviéramos web. Cada vez más, queremos tenerlo todo en el mismo lugar y a nuestro alcance y eso pasa por unificarlo todo en un mismo dispositivo.
Ya podemos pagar con el móvil, podemos conocer gente a través de él, podemos comprar cualquier cosa que se nos antoje… ¿Qué será lo próximo? ¿Nos puede dar más facilidades? Sea lo que sea, está claro que cualquier avance tendrá que pasar por el móvil.
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